Los primeros 45 minutos del conjunto del Vasco Arruabarrebna, ya fuera de discusión, fueron fantásticos: el 4-3-1-2 le dio solidez en defensa, presión y fútbol en la mitad de la cancha y contundencia en ataque.

Boca armó el triunfo de adelante para atrás: en cinco minutos convirtió dos goles: a los 35 segundos Bentancur (soberbio remate) y a los cinco minutos Tevez (lindo tiro libre) y luego mostró fluidez y fútbol para aplastar a su rival con otro tanto, a los 37m., de Silva (disparo desde afuera del área, que se desvió en un defensor).

Tevez fue el líder futbolístico del equipo, Bentancur y Nicolás Lodeiro se intercalaron como interlocutores del 10 y Palacios fue descarga, en un principio, y luego velocidad y desborde. Así Boca tejió el circuito de juego.

Del medio para atrás tampoco mostró fisuras: Andrés Cubas, el 5, fue el equilibrio, Fernando Gago colaboró y los cuatro del fondo se coordinaron a la perfección.

La dupla Daniel Díaz y Juan Insaurralde se consolidó, el pibe Nahuel Molina por la derecha, otra vez, cumplió y Silva por la izquierda fue de menor a mayor.

Además le anularon mal un gol a Palacios, Ezequiel Unsain evitó la caída de su arco dos veces ante Tevez y Lodeiro también estuvo cerca de marcar.

Newell»™s, con un 4-4-2 flexible, hizo todo mal: cometió muchos errores en defensa, no asimiló nunca los dos goles tempraneros de su rival y le faltó fútbol y frescura para meterse en partido.

El conjunto que dirige interinamente Juan Pablo Vojvoda no llegó ni una sola vez al arco que defendió Agustín Orión.

Por tal motivo en el entretiempo el técnico del equipo rosarino realizó un par de variantes: Sebastián D»™Angelo por Unsaín en el arco (habría sufrido la fractura expuesta de mandíbula tras un rodillazo accidental de Tevez) y Lucas Mugni por Ignacio Scocco (táctico).

Newell»™s así llegó al descuento: una buena jugada colectiva (la primera en el partido) y una definición exquisita de «Maxi» Rodríguez, a los 11 minutos.

Más allá de eso, Boca, una vez que se reorganizó, se adueñó nuevamente del partido, con fútbol e inteligencia, y a los 27 minutos Palacios marcó el 4-1, tras una gran maniobra colectiva

Después Arruabarrena sacó a Tevez (saludó a Juan Román Riquelme) y Cubas para que la gente los ovacione. El resultado estaba sellado. El DT consiguió más oxígeno. La fiesta fue total.

Fuente Télam