Tras la serie de atentados que sacudió a Francia, las autoridades de ese país advirtieron sobre la posibilidad de que los terroristas puedan atacar con armas químicas y bacteriológicas.

«Actualmente no hay que excluir nada. Lo digo con todas las precauciones que se imponen, pero lo sabemos y lo tenemos en cuenta: puede haber riesgo de armas químicas y bacteriológicas», reconoció el jefe del Gobierno francés, Manuel Valls, ante la Asamblea Nacional (Parlamento).

De esta manera, el funcionario Valls solicitó a los diputados que validen la prolongación y el refuerzo del estado de emergencia -equivalente al estado de sitio en Argentina- durante tres meses, una proposición que mañana deberá ser refrendada por el Senado.

«Estamos en guerra. No en una guerra a la que la historia nos ha acostumbrado trágicamente. Una nueva guerra, exterior e interior, en la que el terror es el primer objetivo y el primer arma», agregó el premier, quien enumeró los atentados que ha sufrido Francia en el último año, desde el ataque a la revista Charlie Hebdo y a un supermercado judío en enero, donde hubo 17 víctimas mortales, a los del pasado viernes en París, donde murieron 129 personas, y otras tentativas extremistas como la acción en agosto contra un tren Thalys que viajaba de Amsterdam a París.

«Es una guerra en la que el frente de combate se desplaza constantemente y está en el corazón de nuestra vida cotidiana», agregó Valls, que la describió como «una guerra planificada y llevada a cabo por un ejército de criminales», agregó.

«La macabra imaginación de los que dan las órdenes no tiene límites: fusil de asalto, decapitación, bombas humanas, armas blancas… o todo a la vez, perpetrados por individuos, comandos particularmente organizados», declaró Valls.

En este contexto, los diputados votarán este jueves el proyecto de ley presentado por el gobierno francés. Se estima que el texto, que prevé, además, la autorización a los policías de portar armas fuera de su horario de trabajo, un mayor control de la prensa (podría instaurar la censura) y de internet y que el estado de emergencia sea reforzado y prolongado desde el 26 de noviembre hasta finales de febrero, sea aprobado por una amplia mayoría.

En tanto, la policía belga puso en marcha una serie de operativos en Bruselas que consta de seis redadas paralelas vinculadas a Bilal Hadfi, uno de los kamikazes de los atentados en París. Según la televisión belga, ya habría al menos un detenido, aunque se desconoce su identidad.

Las búsquedas se han llevado a cabo en varios municipios de Bruselas, incluido el de Molenbeek, «en el entorno directo Hadfi, su familia, sus amigos», según afirma un portavoz de la fiscalía. «Esto es algo que ya existía, después de la partida de Hadfi a Siria», dijo.
Bilal Hadfi, de 20 años y nacionalidad francesa, pero residente en Bélgica, es uno de los terroristas suicidas muertos después de hacer explotar su chaleco de explosivos en la explanada del Estadio de Francia, cerca de París.