Corría junio de 2013 cuando el exgobernador Maurice Closs terminaba de cerrar la inversión de 400 millones de pesos en 170 obras distribuidas en los 75 municipios misioneros.

La foto para la prensa lo mostró feliz entre dos personajes a los que hoy intenta desconocer: el entonces ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios Julio de Vido, y el exsecretario de Obras Públicas José López, el mismo que intentó enterrar casi nueve millones de dólares en un convento de General Rodríguez y hoy se encuentra detenido.

Ambos funcionarios lo palmeaban mientras resaltaban la situación «privilegiada» de Misiones en relación a la cantidad de obras del plan «Más cerca: Más Municipio, Mejor País, Más Patria», un programa que manejaba López en forma casi directa con un presupuesto total de 15.900 millones a abril de 2015.

A tres años de la postal, intendentes de varios municipios supuestamente beneficiados con el «paquete» nacional expusieron los pormenores del oscuro manejo de los fondos.

La mayoría apenas recibió anticipos para el inicio de las obras, pero ningún aporte más desde 2014 en adelante. En algunos casos no las pudieron finalizar, y en otros más lo hicieron, pero con fondos de las comunas con la esperanza de «recuperar» la inversión.

Los jefes comunales de Garupá, Oberá, El Soberbio y Puerto Rico no tuvieron inconvenientes en reconocer la falta de aportes del millonario plan, compuesto por fondos que hoy toman una significativa trascendencia en el contexto de los millones no declarados que serían fruto de la más dura corrupción en la obra pública, casi un sello de la era K.

Varios de los alcaldes consultados prometen averiguar qué pasó con la plata que no llegó a sus municipios, ya que si apareciera en los papeles como efectivamente invertida, quedarían comprometidos en una operatoria con la que juran no tener nada que ver.

Alertas que nadie oyó
La primera alerta sobre la «modalidad De Vido» en las multimillonarias inversiones en los municipios misioneros se dio tras el recambio de intendentes el 10 de diciembre.

En Oberá, el ahora jefe comunal Carlos Fernández denunció públicamente a su antecesor y actual Director de Arquitectura de la provincia, Ewaldo Rindfleisch, por obras no culminadas y rendiciones no realizadas que ahora les son exigidas a la nueva gestión.

Consultado al respecto, Rindfleisch dijo a PRIMERA EDICIÓN que el reclamo era «por los famosos planes de De Vido, que te mandaba un anticipo, había que poner el cartel de obra y teóricamente tenían que ir desembolsando, pero los desembolsos nunca se produjeron».

En 2014, el exintendente de El Soberbio, «Jair» Pereyra, anunció la llegada de cinco millones de pesos en el marco del mismo plan para obras de empedrado y cordones cunetas.

Su sucesor, Roque Soboczinski, aseguró que las obras nunca se ejecutaron y tampoco sabe si los fondos fueron efectivamente remitidos. «Conociéndolo a Jair es probable que la plata haya venido, pero no tenemos certeza» disparó el secretario de Gobierno de la comuna, Roberto Glier.

En Puerto Rico el manejo de los fondos del Plan Más Cerca fue similar: según el intendente Federico Neis, se iniciaron cinco proyectos financiados con los fondos de De Vido en esta comuna, pero en 2014 las remesas dejaron de llegar y la Municipalidad tuvo que aportar dos millones y medio para terminar al menos cuatro.

«La quinta obra ya no la pudimos sostener con fondos propios, por eso no se terminó. Lo demás lo terminamos con plata del municipio y ahora vamos a procurar que la Nación nos reconozca, porque el compromiso de financiar no tiene nada que ver con el cambio de signo político, es un compromiso institucional» se esperanzó.

En Eldorado el alcalde Norberto Aguirre tuvo más suerte. Aseguró a PRIMERA EDICIÓN que tenía dos obras financiadas con el Plan Más Cerca, que la plata les llegó y que fue correctamente rendida.

No fue el caso del intendente de Garupá, Luis Ripoll. De Vido acordó con el exgobernador Closs la realización de dos obras importantes en este municipio, una por $ 4.264.954,07 para el mejoramiento de la avenida Alberto Roth, y otra por $ 1.067.197,67 para la avenida Andrés Guacurarí.

En ambos casos los fondos dejaron de llegar en 2014. Según Ripoll, faltaron aportes por dos millones de pesos, aproximadamente.

«No pudimos sostener las obras con fondos propios y una de las empresas directamente abandonó» reconoció el alcalde, quien todavía lamenta el ninguneo al que fueron sometidas las comunas desde la cartera nacional: «le preguntábamos al Iprodha por la llegada de los fondos y a veces nos respondían, otras había silencio de radio. Desde Buenos Aires nos pedían fotos del cartel de obra, certificados de avances, pero los fondos dejaron de venir».

«Seguramente hacían spot publicitarios con las fotos», concluyó.